La abundancia de derivados del colesterol en fósiles de hace 558 millones de años permite resolver uno de los mayores enigmas de la paleontología.
«Los científicos han estado peleando por más de 75 años» por la naturaleza de estos «fósiles estrafalarios», dijo el académico Jochen Brocks, de la Escuela de Investigación de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional de Australia (ANU).
«La grasa del fósil ahora confirma a Dickinsonia como el fósil animal más antiguo conocido, resolviendo un misterio de décadas que ha sido el Santo Grial de la paleontología».
El trabajo de Brocks y su equipo se ha centrado en Dickinsonia, un género de fósiles descrito en 1947. Eran seres ovalados y simétricos que llegaban a medir 1,4 metros de largo y que son uno de los organismos de Ediacara más conocidos.
Algunos expertos creen que eran líquenes —simbiosis entre un hongo y un alga—, otros que se trataba de seres unicelulares gigantes, y otros animales marinos de aguas cálidas y poco profundas. Hasta ahora no se ha podido descartar ninguna de estas hipótesis basándose solo en la observación de la morfología de estos fósiles, que datan de hace entre 571 y 541 millones de años, lo que les ha convertido en uno de los mayores enigmas de la paleontología.
Las conclusiones del equipo, publicadas este viernes 21 de septiembre en la revista Science, indican que estas criaturas eran los animales más antiguos que se conocen y aclaran cómo sucedió el paso entre «el mundo microscópico de las bacterias y el de los animales grandes», según Brocks.
Los animales comparten las mismas características fundamentales: pueden moverse, se alimentan de otros organismos, son multicelulares, tienen tejidos especializados, sistema digestivo y sistema nervioso. Hay evidencias de que Dickinsonia podía moverse, pero el resto de características no están probadas. Por ejemplo no tenían ni boca ni ano, con lo que se ha especulado que se alimentaban a través de la piel, lo que reforzaría que fuesen seres unicelulares que llegaron a alcanzar dimensiones gigantescas en ausencia de depredadores.
En los animales, el colesterol forma parte de la membrana que recubre cada una de las células del cuerpo dándoles forma y controlando qué compuestos entran y cuáles quedan fuera. “Casi con seguridad el colesterol tenía la misma función en Dickinsonia”, asegura Brocks, que resalta que la presencia de esta molécula confirma que este“es el animal más antiguo que se conoce en el registro geológico”. Otro organismo de Ediacara, el Kimberella, era hasta ahora el animal más antiguo conocido, con 555 millones de años.
Hace 541 millones de años sucedió la explosión del Cámbrico, un estallido de nuevas formas de vida en el que aparecieron la mayoría de los grupos animales. Según el estudio, la fauna de Ediacara fue el “preludio” de esa explosión de vida.
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